Hace unos meses necesitábamos unas familias para unos equipos y un Pastor local me llevo al medio de un barrio donde estaba una casa vieja hecha de laminas oxidadas y pedazos de madera que apenas podían sostenerse, al tocar la puerta salió una mujer a quien reconocí al instante. Se trataba de Angela la mujer Haitiana que me preguntó por una casa hace un año.
Ahora que inicio la temporada de lluvias muchas familias al igual que la de ella está durmiendo bajo un techo seguro y unas paredes firmes. Pero todavía falta mucho por hacer aun en esta comunidad.
Gracias por seguir leyendo nuestras historias y continuar apoyándonos en este ministerio. Que sean Bendecidos.
Danny, Danae y el pequeño Ian que viene en camino.